Galactografía

Galactografía

¿Qué es la galactografía?

La Galactografía o Ductografía es un método diagnóstico de baja radiación que tiene como fin obtener imágenes de los conductos internos de las mamas.

Con baja radiación, queremos decir que este proceso utiliza pequeñas dosis de rayos x, lo cual lo convierte en un método no invasivo y muy efectivo para evacuar las causas, por ejemplo, del sangrado de pezones.

¿Cómo se lleva a cabo?

La galactografía se basa en dos elementos:
– un sistema de rayos X en baja dosis
– un medio de contraste, que permite visualizar las imágenes
Para realizar el examen se requiere una unidad de mamografía, es decir, la caja que contiene

¿Qué diferencia hay con respecto a la mamografía?

Pese a que la mamografía es un excelente método de diagnóstico, no llega a visualizar el interior de los conductos mamarios. La galactografía, en cambio, tiene mayor alcance y precisión.

¿En qué pacientes se aplica la galactografía?

Por lo general, se realiza en pacientes que presentan un sangrado irregular en los pezones, y cuya causa no se logró determinar a través de la mamografía.

¿En qué casos no se aconseja la galactografía?

• En pacientes con expulsiones lechosas de coloración verde, amarillenta o gris. No es una causa de preocupación.

• Un derrame de sangre de ambas mamas en una mujer que aun no tuvo hijos, ya que puede indicar un efecto secundario de alguna droga, o un problema neurológico.

¿Cómo debo prepararme?

• Es necesario que le informes a tu médico si estás tomando algún tipo de medicación y si sufrís de alergia, especialmente al bario o a los medios de contraste.

• No ocultar al médico o al encargado de rayos si hay posibilidades de que estés embarazada. Esto sería perjudicial para el bebé.

• Evitá usar talco o desodorante debajo de los brazos antes de realizar el estudio, porque pueden confundirse en las imágenes con manchas de calcio.

• Evitá presionar el pezón a estudiar minutos antes del procedimiento, de lo contrario expulsarías el líquido que contiene y sería imposible determinar de dónde proviene.

¿Qué puedo esperar del estudio?

Una vez dentro de la sala de rayos, el especialista te indicará que te quites las joyas y accesorios metálicos, y luego te desvistas hasta la cintura.

Tendrás a disposición una bata o prenda bien suelta que permita maniobrar libremente en la zona del pecho.

Luego, te vas a ubicar de espaldas con el pecho expuesto, para que el profesional proceda a limpiar el pezón, identificando el conducto de donde proviene el líquido. Puede ser que te introduzca una pequeña aguja o catéter para ayudarse.

A continuación, se te inyectará el líquido de contraste para obtener un mamograma,  una o dos veces, según sea necesario.

Es probable que te pidan que contengas la respiración por un breve lapso de tiempo para evitar que la imagen se vea borrosa. Deberás permanecer lo más inmóvil que te sea posible.

El tiempo total del examen oscila de media hora (30 min) a una hora (60 min).

Durante ese lapso te pedirán que permanezcas en la sala mientras el tecnólogo comprueba que las imágenes hayan salido correctamente.

¿La galactografía es un examen doloroso?

No, se trata de un proceso mínimamente invasivo, por lo cual no debería doler. Sólo puede generar alguna molestia la dilatación del conducto lácteo.

¿Qué puedo esperar de los resultados?

Es probable que te entreguen el informe inmediatamente luego del examen. Sin embargo, siempre es recomendable leerlo junto al profesional de confianza, a efectos de evitar sustos y malos entendidos.

Limitaciones del estudio

Si no hay secreción al momento de hacerlo, no pueden identificarse los conductos mamarios y, por ende, tampoco pueden ser dilatados.

Si se inyecta un conducto incorrecto, los resultados también van a serlo.

Ventajas:

• Se trata de un proceso mínimamente invasivo, que no deja secuelas ni rastros en el cuerpo.

• Ayuda a detectar e identificar tumores, benignos o malignos que la mamografía no alcanza a advertir.

Riesgos:

• La posibilidad de equivocar el conducto puede retrasar el diagnóstico

• El uso de rayos X siempre da lugar a una pequeña probabilidad de padecer cáncer, aunque al tratarse de una dosis baja, los beneficios son mayores que las contras

• En algunos casos, existe la probabilidad de lesionar el conducto internamente, aunque se trata de una lesión menor que muchas veces se cura por sí sola.

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