Cómo prevenir la osteoporosis

Cómo prevenir la osteoporosis

Una ingesta adecuada de calcio durante toda la vida es fundamental para mantener una buena masa ósea y huesos sanos. El calcio no sólo es necesario en la formación y mantenimiento de los huesos, sino también en otras funciones metabólicas.

 

Aunque los huesos parezcan estructuras permanentes, se renuevan en proceso de formación y destrucción que normalmente debe mantenerse en equilibrio. Esta renovación llega a ser completa al cabo de 7 años en un adulto normal.

La carencia de calcio hace que se altere este equilibrio, aumentando el riesgo de sufrir osteoporosis.

Por otro lado, el organismo necesita calcio para otras funciones metabólicas y, si no lo obtiene de la dieta, requiere del calcio de los huesos, los que se descalcifican gradualmente.

La cantidad de calcio que se debe ingerir diariamente con la dieta es de por lo menos 1200 mg. todos los días.

Se debe tener en cuenta que más del 80% del calcio consumido en la dieta proviene de productos lácteos; el calcio de los productos no lácteos no presenta la misma absorción intestinal por lo que su importancia en la dieta es relativa.

Ejercicio Físico:

Los objetivos de realizar ejercicios físicos son:

• Mantener la movilidad articular.

• Mejorar la fuerza muscular.

• Mejorar la coordinación.

• Corregir la postura.

• Reducir el dolor.

• Prevenir la pérdida de masa ósea.

• Evitar la fractura.

Los ejercicios son necesarios con una frecuencia diaria por períodos de una hora por vez, teniendo un efecto beneficioso sobre la masa ósea fijando calcio y también sobre la salud en general.

Uno de los menores ejercicios es la caminata a paso rápido, una cuadra por minuto. Debe usarse calzado cómodo que facilite la caminata (amplio y de taco bajo) y evitar los terrenos accidentados. Otros ejecicios recomendables son la práctica de algunos deportes como la gimnasia, el ciclismo (puede ser bicicleta fija) o la natación.

Muchas personas por diversos motivos (Relacionados con la edad o trastornos reumáticos) no pueden caminar o practicar deportes. Ellos pueden beneficiarse con ejercicios simples practicados regularmente y evitando posturas incorrectas que favorecen el desarrollo de fracturas y de la deformidad de columna. 

Recomendamos, en todos los casos, la supervisión por personal profesional especializado (kinesiólogos o terapistas físicos).

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